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HAY ESPERANZA

¿Tiene un deseo de algo más en la vida? ¿Hay algo profundo en su interior, que parece nunca estar satisfecho?
¿Está usted confundido? ¿Nunca puede encontrar un sendero o propósito en la vida? ¿Parece como que alguien ha apagado las luces y no puede encontrar el interruptor?
¿Lo defrauda otra gente siempre? ¿Sus relaciones han sido superficiales y vacías? ¿Parece como que todos están tratando de sacar provecho de usted?
¿Se ha preguntado qué sucede después de la vida? ¿Está cansado de vivir su vida por cosas que solamente corrompen y corroen? ¿Algunas veces duda de que la vida tenga algún significado? ¿Quiere vivir luego de que muera?

El hambre que usted siente, es un hambre espiritual, y solamente puede ser llenada por Jesús. Jesús es el único que puede disipar la oscuridad. Jesús es la puerta a una vida satisfactoria. Jesús es el amigo y el pastor que estaba buscando. Jesús es la vida – en este mundo y en el próximo. ¡Jesús es el camino de salvación! Porque Jesús dijo, “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás” (Juan 6:35), porque Jesús proclamó, “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12), porque Jesús dijo, “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas…yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen” (Juan 10:11,14), porque Jesús declaró, “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Juan 11:25-26).



La Biblia nos dice que todos hemos pecado, y por tanto estamos separados de Dios (Eclesiastés 7:20; Romanos 3:23).
Fuimos creados para tener una relación con Dios. A causa de nuestro pecado, estamos separados de esa relación. Aún peor, nuestro pecado puede causar que estemos separados de Dios por toda la eternidad, en esta vida y en la siguiente (Romanos 6:23; Juan 3:36).

¿Cómo puede ser resuelto este problema? ¡Jesús es el camino! Jesús, por nosotros se hizo pecado (2 Corintios 5:21). Jesús murió en nuestro lugar (Romanos 5:8), tomando el castigo que merecíamos.

Jesús resucitó, demostrando Su victoria sobre el pecado y la muerte (Romanos 6:4-5). ¿Por qué lo hizo? Por amor, "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo unigénito, para que todo aquel en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” Juan 3:16

Jesús murió a fin de que nosotros pudiéramos vivir. Si ponemos nuestra fe en Jesús, confiando en Su muerte como el pago por nuestros pecados – todos nuestros pecados son perdonados y lavados. Tendremos acceso a una vida plena Sabremos que tendremos vida luego de morir – ¡una vida resucitada con Jesús en el cielo por la eternidad!

Si quiere recibir ahora mismo este regalo tan hermoso de la salvación y de la vida plena, haga esta oración:

Padre celestial, reconozco que soy pecador. Me arrepiento de mis pecados. Creo que Jesucristo murió por mis pecados, que resucitó de la tumba y que vive para siempre. Le abro la puerta de mi corazón y de mi vida, y recibo al Señor Jesús como mi Salvador. Deseo que El sea el Señor de mi vida. Gracias por salvarme. En el nombre de Jesús, amén.

¡Ese es el mensaje de salvación! Si ha puesto su fe en Jesucristo como su Salvador, usted es salvo! Todos sus pecados son perdonados, y Dios promete nunca dejarlo o desampararlo (Romanos 8:38-39; Mateo 28:20). Recuerde, su salvación está segura en Jesucristo (Juan 10:28-29). ¡Si usted confía solo en Jesús como su Salvador y le obedece,  puede tener la confianza de que va a pasar la eternidad con Dios en el cielo!

Si quieres hacer alguna pregunta, estaremos encantados de atenderte, escribe al correo:
orasobrelaroca@hotmail.com

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